Todo comienzo merece un mapa

Aquí te cuento cómo es el nuestro:

Desde el primer contacto hasta la primera sesión, qué enfoque utilizo y las respuestas que necesitas.

Tu casilla de salida: Primeros pasos en terapia

 El punto de partida

Antes de comenzar la partida, hay que decidir si jugar, ¿Es el momento de empezar terapia? ¿Sientes que necesitas apoyo psicológico? Este es el primer paso. Para avanzar, envía un mensaje a través del formulario de contacto.

Lanzando el dado

Dentro de las 48 horas posteriores (teniendo en cuenta días laborables) recibirás una respuesta por e-mail. No olvides revisar la bandeja de spam, no vaya a ser que el mensaje caiga fuera del tablero.

Estrategia de juego

Antes de dar el siguiente paso, hablaremos. Conversaremos sobre tu motivo de consulta, evaluaremos si puedo acompañarte en el proceso o si es mejor derivarte a otro profesional. También definiremos horarios y resolveré cualquier duda que tengas.

Las reglas del juego

Para que la partida continúe sin obstáculos, hay que establecer las normas. Leerás y firmarán el consentimiento informado, donde se explican las claves del proceso. Luego, realizarás el pago de la primera sesión y…

¡Empieza la aventura!

Con todo listo, es momento de dar el primer gran paso. La partida continúa y cada sesión será una nueva jugada en este tablero, donde iremos explorando, comprendiendo y trabajando en lo que necesitamos.

Casilla 1: El punto de partida

Antes de comenzar la partida, hay que decidir si jugar, ¿Es el momento de empezar terapia? ¿Sientes que necesitas apoyo psicológico? Este es el primer paso. Para avanzar, envía un mensaje a través del formulario de contacto.

Casilla 2: Lanzando el dado

Dentro de las 48 horas posteriores (teniendo en cuenta días laborables) recibirás una respuesta por e-mail. No olvides revisar la bandeja de spam, no vaya a ser que el mensaje caiga fuera del tablero.

Casilla 3: Estrategia de juego

Antes de dar el siguiente paso, hablaremos. Conversaremos sobre tu motivo de consulta, evaluaremos si puedo acompañarte en el proceso o si es mejor derivarte a otro profesional. También definiremos horarios y resolveré cualquier duda que tengas.

Casilla 4: Las reglas del juego

Para que la partida continúe sin obstáculos, hay que establecer las normas. Leerás y firmarás el consentimiento informado, donde se explican las claves del proceso. Luego, realizarás el pago de la primera sesión y…

Casilla 5: ¡Empieza la aventura!

Con todo listo, es momento de dar el primer gran paso. La partida continúa y cada sesión será una nueva jugada en este tablero, donde iremos explorando, comprendiendo y trabajando en lo que necesitamos.

Dentro de la partida: El Enfoque Integrador

Como profesional, me considero una terapeuta integradora, ¿Qué significa esto? Pues que utilizo herramientas y técnicas provenientes de diferentes corrientes terapéuticas para adaptarme de manera flexible a las necesidades y preferencias de cada paciente. Igual que no hay dos personas iguales, no hay dos terapias iguales.

Para darte una visión clara y concisa del proceso terapéutico que emprendo con mis pacientes, en mis sesiones iniciales me enfoco en recopilar información para poder establecer una base sólida (¿Qué está ocurriendo en términos psicológicos? ¿Por qué el problema persiste en el tiempo o seguirá haciéndolo si mantienes el mismo rumbo? y ¿Cómo podemos solucionarlo juntos de manera efectiva?) que nos servirá como guía. Sobre esta base te proporcionaré herramientas, técnicas y acompañamiento para afrontar el problema juntos. Finalmente, cuando ambos observemos que el problema se ha solucionado o es cuestión de tiempo, comenzaremos a espaciar las sesiones gradualmente hasta que lleguemos al punto en que consideremos apropiado dar por terminada la terapia.

Tablero del juego: Preguntas frecuentes

¿Cómo puedo ponerme en contacto contigo si quiero agendar una cita o consultarte algo?

En esta misma página encontrarás un formulario de contacto en la sección “Contacto”, donde también están disponibles mi dirección de correo electrónico (cristinadoncelpsicologa@gmail.com) y número de contacto profesional (611 81 85 40).

Si deseas hablar conmigo por llamada, te recomiendo escribirme previamente por WhatsApp para poder acordar un momento adecuado para esta. En caso de que llames directamente, es posible que no pueda atenderte por estar ocupada o que la llamada se confunda con spam.

Mi horario de trabajo habitual es de lunes a viernes, de 10:00 a 20:30h, con una pausa para el almuerzo entre las 14:00 y las 15:30h. No realizo sesiones los fines de semana, salvo en casos urgentes o de emergencia. Generalmente tengo vacaciones durante Navidad, Semana Santa y alguna semana en verano. Suelo trabajar en la mayoría del resto de festivos, salvo que indique lo contrario. Aviso siempre con antelación sobre cualquier periodo de vacaciones, y durante estos también puedo atender situaciones urgentes si fuera necesario.

Al principio de la terapia se recomienda que las sesiones sean semanales para que sea más eficiente el proceso. Dicho esto, se puede hablar para ajustarlo a cada circunstancia personal, sin ningún inconveniente. Cada sesión tiene una duración aproximada de una hora. A partir de los 50 minutos, suele destinarse el tiempo restante a cerrar la sesión y acordar la siguiente cita.

Las sesiones se realizarán a través de Google Meet. Cerca de la hora acordada para la cita, te enviaré el enlace de la videollamada por WhatsApp o correo electrónico. Es indispensable que dispongas de una cámara y un micrófono, así como una buena conexión a internet.

Te recomiendo, si puedes, conectarte desde un portátil, ordenador o tablet en lugar de un móvil, ya que suelo hacer la terapia de forma dinámica, compartiendo pantalla para usar una pizarra digital o mostrar diferentes recursos. Desde el móvil apenas se me verá, pero si no tienes otra opción, no te preocupes, nos adaptamos sin problema.

La información compartida en terapia es confidencial y protegida por la Ley de Protección de Datos, de forma indefinida. Sin embargo, existen excepciones legales donde estoy obligada a revelar información y activar un protocolo de emergencia: riesgo inminente para la vida o integridad del paciente o de terceros, casos de maltrato, abuso infantil o violencia de género y requerimientos legales por orden judicial.

El pago puede realizarse mediante Bizum o transferencia bancaria. Una vez acordemos la primera sesión, te facilitaré el número o cuenta correspondiente. En cuanto a las facturas, las emito de forma regular para fines administrativos, por lo que te solicitaré tu nombre completo, DNI y dirección. Si necesitas que te las envíe, puedes indicármelo y estaré encantada de hacerlo.

El pago debe realizarse con la mayor antelación posible. Lo ideal es abonarlo al finalizar la sesión anterior, ya que esto me permite organizar mejor la agenda y dedicar más tiempo y atención a tu caso, con la tranquilidad de saber que la próxima cita está confirmada. Como norma general, el pago debe realizarse al menos 24 horas antes de la sesión. En caso contrario, la cita podrá ser cancelada por falta de confirmación.

Sí, es posible cambiar la cita, pero al igual que en el caso del pago, se solicita hacerlo con la mayor antelación posible, al menos 24 horas antes. Lo ideal es que me lo comuniques tan pronto como sepas que necesitas modificarla, para poder reorganizar mi agenda y ofrecer ese espacio a otra persona. Ten en cuenta que, cuanto más cerca del horario acordado se avise, menor es la posibilidad de poder yo cubrir ese hueco.

Si el cambio se solicita con menos de 24 horas de antelación o no se asiste a la sesión sin previo aviso, no se garantiza el reembolso. A menos que se trate de un imprevisto de causa mayor (por ejemplo: accidente, problema de salud, fallecimiento de un allegado, fallo técnico, etc.), en cuyo caso se hace una excepción a la regla de las 24 horas y se reprograma la sesión sin penalización.

En el caso de que se produzcan cancelaciones o cambios reiterados sin motivos de peso, y estos dificulten el proceso terapéutico, se podrá valorar la posibilidad de finalizar la intervención, por falta de compromiso y continuidad necesaria para que la terapia funcione.